(Imagen de Cris Parejaa)
¿Y si mañana no somos,
no estamos
y no nos guarecemos?
No quiero ni imaginar
los trazos de tus letras
fuera del margen
de mis renglones.
Esta angustia,
si lo pienso,
centrifuga todo aquello
que fue nuestro.
Me hiere la árida esquina
donde nos esperábamos
porque el sol
se ha comido el color
de la pared de entonces.
Paseo mi mirada
y a mis pestañas
les duele tu ausencia;
minúsculos cristales
me atraviesan
intentando zafarse
de nuestros recuerdos.
Lánguida mi falda
pegada a mis muslos,
sellada, como nuestras bocas,
en un pacto de amor
tan firme como eterno.
La paradoja consiste
en extrañarte
de una manera
consciente,
y al mismo tiempo
tener la certeza
de que no me faltas
ni un solo segundo
en la mente.
22 junio, 2017 at 10:36 am
Cuántos quebraderos de cabeza da el amor… Muy bonito, Charo. Un abrazo.
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22 junio, 2017 at 10:43 am
Gracias, guapa.
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9 agosto, 2017 at 3:19 pm
He leído varios de tus poemas. Te felicito tienes una forma muy bella de expresar tus sentimientos, porque se siente la pasión en cada verso.
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9 agosto, 2017 at 3:20 pm
Muchas gracias. Yo te he leído solo uno y me ha gustado. Seguiré buceando en tu blog.
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