Hay días en los que parece
que se agrandan las variables
espacio y tiempo.
Entonces, te alejas
de manera desmedida
y el tiempo late
infinitamente eterno.
Ya no entran a formar parte
el resto de fragmentos
del universo.
Se diluyen y después se cristalizan.
Se clavan
como agujas incesantes
en un baile de cuchillos afilados.
Inexorable es la palabra
que retumba como una sentencia.
Y en ella te meces,
sucumbes a una melodía extraña.
Y bailamos
como dos figuras
resignadas a un minúsculo
pedazo de baldosa.
Y nos vence
el tiempo y sus adeptos;
los estúpidos segundos
que jalean, una vez más,
la ligera sombra
de este eterno desencuentro.
22 agosto, 2017 at 12:09 pm
El tiempo siempre tan relativo… precioso poema. Un abrazo.
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22 agosto, 2017 at 12:53 pm
Gracias, Luna. Un abrazo.
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22 agosto, 2017 at 1:22 pm
Qué triste y precioso este poema sobre el tiempo. Un abrazo
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22 agosto, 2017 at 1:55 pm
Mil gracias, Mayte. Un abrazo.
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22 agosto, 2017 at 2:46 pm
Muy bella tu inspiración y recital, enhorabuena por dar vida nuevamente a tus letras , saludos y cordial abrazo.
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22 agosto, 2017 at 2:53 pm
Muchas gracias, Led. Feliz día.
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