Voy a reservar este espacio para publicar los poemas de mi hija Sandra.
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Audio poemas:
Enaje(nación)
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Empezamos por el final porque a veces viene la solución antes que el planteamiento.
No creo que pueda calcular si me equivoqué de momento, ya sé que mirábamos en sentidos opuestos pero nos miramos para ver una misma dirección.
Si hay alguna posibilidad voy a sacrificar el dolor a la extorsión de querernos.
Si voy a expiarme de algún pecado que sea el de creer en ti, el de poner fe en un posible nosotras.
Tengo la inseguridad más precisa, ahí, en tu boca, aquí, junto a la mía.
Y me pierdo en el vicio de no aprender a querernos porque sigo perdiéndome en los cuarenta grados de una calada fracasada.
Siento un cómodo vacío no sintiendo y no teniendo que sentirlo por nada, pero hay quien te hace la vida fácil y quien te la complica de la forma más bonita.
Ahora el mundo se pone en mi contra para verte a ti, pequeña complicación.
Te quiero arriesgar conmigo, así, de los pies a la memoria. Y cada día lo llevo más a la memoria porque la dinámica de quererte me pierde y me estoy quedando inmóvil.
Porque odio a los inframundistas en el poder de haber amado.
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Dame cinco minutos,
Tú sin pasados y yo prometo no buscar futuros.
Dame la oportunidad de enseñarte perder la noción de tiempo y serán los cinco minutos mas cortos que tendrás.
Esta única vez en la que mediremos si compensa el vacío de tiempo o el de espacio. Déjame calificar la indeterminación, cuantificar la incertidumbre de nuestra posición en este instante. Déjame demostrate que en este espacio cabe más de una posibilidad y no te lo has planteado aún, pero no te preocupes que eso es cosa mía. Quiero hacerte ver que esa posibilidad romperá la monotonía, que hay golpes precisos que destruyen las cosas más estable, para mí, golpes preciosos que demuestran la verdadera inconsistencia.
Habrán pasado cinco minutos y si para entonces no hemos dejado de mirarnos,
si para entonces no te has ido, habré compensado estos cinco minutos que invertí en escribirte.
Lo ves,
te dije
que no pensaría en más.
Ya ves,
hablaba
de incertidumbre.
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Salgo a salvar todos los desastres que quieras ocasionar, hoy el mundo es tuyo pequeña.
Tengo una carta de recomendacion que asegura que sólo juntas podemos conseguirlo. No tengas miedo, prometo mantenerte segura esta noche, dame la mano, que juntas nos hemos hecho oscuridad y hemos logrado encontrarnos.
Sé que ya no podemos crecer si no nos soltamos, pero eso no significa que debamos hacerlo ahora, no lo hagas. Déjanos este momento, compensar todo lo que se me vendrá encima cuando ya no seas tú quien lo haga. No pretendo crear más reflejos y así diluirlo.
Conseguí romper tu armadura para acabar causando la guerra. Intenté construirnos un futuro para acabar destrozandolo con las mismas manos. No puedo explicarte que nos llevó a eso, mi cabeza decidió olvidarnos y ya no escucha mis súplicas. No estábamos para tirar cohetes pero conseguí enamorarme de la luz que dejaba el fuego.
Proyecto nuestros momentos en mi memoria y consigo decirte que nunca te olvidaré. Saludo a la despedida más austera y decorada que pude imaginar. De repente mi adiós surge antes que el saludo, estamos desconociendonos en este último momento.
Que forma tan bonita y devastadora de perdernos.
Esta vez me rindo a tus pies para decirte
que nunca te olvidaré,
esta vez
lo digo en serio porque yo decidí terminar pero querernos es un castigo que tendremos toda la vida.
Mi castigo favorito.
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Me gusta que me mires cuando paso por tu lado.
Me gusta mirarte cuando lo haces por el mío. Llámalo azar y entonces creeré que hay casualidades preciosas. Te prometo asegurar cada sonrisa, pero
no se lo digas a nadie no sea que nos toque hacerlo por compromiso. No se trata de una cadena perpetua porque cuando nos condene querernos habremos dejado de hacerlo. Tampoco pidas oportunidades porque eso significará que nos hemos perdido. Somos particulares dentro de nuestro pequeño universo. Sabes cómo sé hacerte versos y sabes cómo dejarme solamente en eso . No necesitamos determinarlo, basarlo en principios fijos o reafirmarlo, esta vez podemos dejar el final abierto.
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Eché tus cenizas al mar…un puñado sobre mi mano y soplé como si se tratase de algún truco de magia, como si al volver a abrir los ojos hubiera apagado las velas de otro cumpleaños o sencillamente como el que sopla a un montón de arena para verla por todos lados.
Fueron tres segundos en los que te ahogaba respirar. Parece mentira que un golpe te diera la vida pero también te la quitase Me duele que ese fuera el sueño que más lejos te llevase… Fue un viaje con destino al final.
Busco una venganza, necesito disparar a la luna que fue testigo de tu última mirada. Condenar al asfalto permisivo ante tantas desgracias. Pedir explicaciones al motor que paró tu vida en seco…y que dejó la mía por aquel kilómetro buscando una señal que justificara mi camino, que perdió todo el sentido cuando te perdió a ti.
Que eché tus cenizas al mar, y dejé caer mi cuerpo tras ellas. Y ahora dime, caducado este permiso de visita, que en este cielo, tienen cabida los despistes. Porque se me olvidó decirte, que si alguna vez te ibas yo te seguiría.
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Dime cómo puedo tomarte en serio si has sido el único motivo por el que sonreir.
Me pierdo en ti o incluso pierdo por ti pero qué forma tan bonita de enajenación mental.
Suena tan bien cuando le escribes al mundo que terminé creyendo que era así como le hacías frente.
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Nunca llegamos a ser. En cambio ya me aterraba la seguridad de todas tus inseguridades, las que yo traté de apartar de nuestro camino… De nuestro viaje, de ese famoso tren. Hay quien dice que lo vió pasar y lo dejó ir, en cambio el mío nunca pasó y si vino fue vacío. El fracaso de mi progreso en sentido opuesto. Intento perdonarme por no saber resolver tus dudas. Me dices que quien se atreve con las ganas se arriesga con las dudas. Sabes que nunca tuve miedo a equivocarme, quizá sí a que tú lo hicieras conmigo. Me quise equivocar,
Contigo siempre me querría equivocar… Pero ahora, sólo me queda el fallo, el adiós, el no sabernos, el no conocernos… Como si no recordase cada parte de ti o incluso como si no la añorase. Aprieto mi puño
buscando la sensación de tu mano sobre la mía.
Eres mi caja de música, a la que le falta la bailarina, sin la que no merece la pena la música. Dime por qué si estamos sentadas tan cerca, nos sentimos tan lejos. No me cuesta reconocer que te echo tanto de menos…que me reservo un te quiero por si algún día quieres pedírmelo.
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Ella es inteligente,
siempre ha sabido la razón de sus ideas.
Ella era error,
nunca supo la razón de
sus elecciones.
Él tira un poco más y ella se deja ahogar pero no salvar.
El mundo espectador ante el dominio de sentimientos, la réplica no es una opción esta vez.
Quizá ella no ha conocido otra realidad que la costumbre de una marca sobre su cuello.
La seguridad que le da su prisión la hace creer que es hogar cuando éste no se puede amueblar de vacío.
El tiempo corre y ella crece al reverso, hay una nueva cuerda que desde más abajo empieza a apretar el nudo que él no suelta.
Valentía y ella lo deshizo en hilos.