Engulle esta noche otro día aciago.

Respiran las luces de las calles los hombros encogidos, los ojos extintos.

Sigue el protocolo rigiendo el ritmo de la acostumbrada rueca.

Estúpido desfile que observo maquillada de indiferencia.

Alcanzar el pincel de la luna y trazar un boceto perfecto de tu boca y la mía, eso, solo eso quiero.

Y cerrarte los ojos a besos para que no miraras este esperpento.

Y dormirme con los dedos dibujándote un firmamento perfecto; sin heridas, sin guerras, sin muertos, y besarte con el alma y el cuerpo, hasta conseguir que este día pareciese perfecto.

Eso, solo eso quiero.