¿Por qué más es menos?
me pregunto cuando siento que las esquinas rozan,
que el aire empuja con aspereza,
que las estrellas tienen ácido su brillo y que los pétalos de tus labios se van marchitando.
¿Por qué? me pregunto, sin hallar respuesta a esta falta de simetría en nuestras orillas opuestas.
Aquellas notas, que con armonía sonaban, se fueron. Siento el piano de un luto impoluto que aplasta.
Hay un silencio tan denso y oscuro…
Ahora no son dudas, sólo son aciertos que hieren,
disparos certeros que se hunden dentro de todo mi cuerpo, que tan sólo pide pequeños requiebros que sujeten sueños pasajeros, para seguir construyendo manojos de tiernos tréboles pequeños.
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